miércoles, 10 de octubre de 2012

La Isla de la Infamia

La isla de los Muertos


Paseamos hoy entre tumbas viejas, pero en esta ocacion, ya no tenemos en vista arquitecturas magnificas y celebres moradores, no hay nada de eso, no hay estatuas, panteones, con suerte encontramos nombres, con tan solo 33 cruces de madera de cipres indicando que bajo su tierra humeda descansan otras tantas personas anonimas.




Tumbas solitarias en uno de los lugares hasta hace muy poco tiempo era uno de los rincones mas solitarios e inaccesibles de Chile, la "Isla de los muertos". Esta es una de las muchas islas fluviales formadas con el paso del tiempo en el delta del rio Baker, en plena selva fria y rodeada de cordilleras y glaciares. A unos 3 kilometros de la isla, navegando el Baker se encuentra la comuna de Tortel, provincia del Capitan Prat, que es gracias a los mismos pobladores de esta comuna que la isla y su pasado se dio a conocer hace un tiempo, consiguiendo para el lugar el titulo de Cementerio y lugar historico.


En alguna de las cruces el tiempo no ha borrado y a respetado el nombre del fallecido. Pero ¿quienes fueron enterrados en este inhospito lugar hace mas de un siglo? y ¿cuales fueron las causas de sus muertes?.
Segun se extrae de las cronicas historica del lugar, en septiembre de 1905 se embarcaban en las bodegas de un barco a vapor en Dalcahue unos 200 obreros chilotes contratados por la Compañia Explotadora del Baker. El vapor se interno por los interiores laberinticos de los canales patagonicos, entre islas despobladas y fiordos traicioneros hasta llegar a destino, en una orilla del Baker cerca del Bajo Pisagua. Alli se descargaron las proviciones y herramientas para comenzar la ardua tarea por la que habian sido llevados hasta el lugar, tarea qe no era otra que la de abrir a traves de la selva, cerros y humedales, una via que llegara desde el pacifico hasta practicamente la frontera con Argentina, para asi facilitar el transporte y exportaciob de lana y carne desle las regiones mas altas, esecialmente desde la zona de Chubut.



Una vez levantado el asentamiento principal, comenzo el trabajo. Periodicamente un barco volveria a la zona para aprovisionar a los trabajadores de alimentos frescos y otos objetos de primera necesidad. Pero los meses pasaron y las esenciales provisiones no llegaron jamas. Los obreros seguian realizando un trabajo fisico brutal todos los dias, cortando arboles y picando senderos en la piedra viva para ir abriendo camino y para alimentarse tan solo tenian carne salada, tocino, arroz y harina llena de gorgojos. Esta deficiente alimentacion, unida al clima extremo que tenian que soportar no tardo mucho tiempo en pasarles la cuenta en forma de una extraña enfermedan en la que aparecian moretones en las piernas y los brazos, hemorraguias por daños gastrointestinales, sangrado de las encias, dolores de cabeza ....



la moral estaba por el suelo, los mas debiles no tardaron en morir, primero por peleas y navajazos fruto del desanimo y mal ambiente general, luego por la propia enfermedad, un dia amanecieron 7 muertos. al otro dia 28 ... y asi la lista iba en aumento hasta casi llegar al centenar de rudos trabajadores que sucumbian entre los frios australes y la salazon de bacalao medio podrida. Ante el temor de una infeccion o contagio, los muertos eran llevados hasta una pequeña isla y enterrados sin oraciones ni honores, simplemente una destartalada caja de madera de cipres y una cruz sin nombre marcaban el lugar de su descanso eterno.
En octubre de 1906 llego un barco que rescataria a los supervivientes, practicamente convertidos en fantasmas desdentados, de su peculiar infierno patagonico. Tan solo un puñado de ellos consiguieron recuperarse de la enfermedad y poder seguir adelante pese a salir de alli con vida.
Mas tarde1, la verdad sobre la muerte quedaria opacada bajo una patina de suposiciones y acusaciones hacia la Compañia Explotadora del Baker. Unos decian que los trabajadores fueron envenenados a proposito por la compañia para no pagarles sus salarios adeudados, otros apuntaban a que los obreros contrajeron la enfermedad a causa de los pesticidas que se acumularon en la misma bodega del vapor junto a los alimentos y el ganado ...


Fuese como fuese, el abandono de los trabajadores durante muchos meses en un lugar como aquel fue sin duda el motivo de su condena.

El cementerio fue excavado a escasos metros del rio, posiblemente por que las fuerzas no daban ni para entrar mas al interior de la espesa vegetacion ni para cavar en tierras mas endurecidas. Por este motivo las crecidas del rio se llevaron en fechas inciertas buena cantidad de las tumbas. El padre salesiano Alberto Agostini mencionaba la cantidad de 120 cruces a mediados del siglo pasado, el explorador A. F. Tschiffely hacia la mencion de 79 poco tiempo despues, hoy en dia solo quedan 33. Quien sabe si la proxima crecida del Baker acabara por borrar por completo el ultimo recuerdo de aquellos que dejaron su vida alli por el progreso de Chile. 

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