lunes, 27 de febrero de 2012

Cele Kula: la torre de las calaveras

Un macabro monumento histórico

La Torre de las calaveras o “Cele Kula”, se encuentra en Serbia, en la ciudad de Nis. Fue construida con las calaveras de los serbios asesinados por las tropas turcas en la batalla de Cegar, en 1809, y hoy en día es un curioso reclamo turístico.

A principios del siglo XIX los serbios se rebelaron contra el imperio turco, presente más de cuatrocientos años en la zona. En mayo de 1809, los insurrectos serbios fueron derrotados durante el primer levantamiento serbio contra el imperio turco (1804-1813). 12.000 rebeldes habían sitiado la ciudad de Nis, defendida por una guarnición turca.

La batalla principal se produjo contra los insurrectos pertrechados en la colina de Cegar, situada unos kilómetros al noroeste de Nis. Los rebeldes, comandados por Stevan Sindelic, se encontraban atrincherados, y cuando el comandante se vio completamente rodeado y con la batalla definitivamente perdida, disparó a un deposito de pólvora que había en una zanja, provocando una enorme explosión que acabó con todo rastro de vida a su alrededor: muchos de los atacantes, sus soldados y, obviamente, el mismo.

Con la idea de disuadir a la población de más insurrecciones, el comandante turco de la ciudad ordenó construir una torre que mostrara las calaveras de los soldados serbios muertos en aquella batalla. Un total de 952 cráneos fueron colocados en tan macabra construcción. En lo alto de esta se encontraba la calavera del comandante Stevan Sindelic. Las cabelleras de todas las cabezas fueron enviadas al sultán como prueba de la victoria.

La torre con sus 952 calaveras, tiene una base cuadrangular, alcanza los tres metros de altura y fue levantada junto al camino de Constantinopla.

En 1892 se construyó una capilla con donativos de toda Serbia para proteger lo que quedaba del monumento. Actualmente, tan solo hay 58 calaveras. Muchas de ellas fueron robadas por los parientes de los muertos para poder enterrarlos. El cráneo del comandante Stevan Sindelic sigue aun allí.

El poeta francés Alfonso de Lamartine. Al enfrentarse a esta torre escribió:“Mis ojos y mi corazón se posan en las cabezas cortadas de aquellos que se convirtieron en la piedra basal de la independencia de su tierra natal. Conserven este terrible monumento. Enseñará a vuestros hijos el precio real que pagaron sus padres por la independencia”.





Escuela de veterinaria abandonada

Ratas, monos, conejos, perros, gatos, ratones, cobayas, entre otros, son continuadamente sacrificados por millones de laboratorios en todo el mundo.

Aunque nos parezca irreal y poco probable, es cierto que muchas de las principales empresas del mundo todavía investigan con animales, sobre todo: las que producen medicamentos, cosméticos, artículos de aseo personal, de la casa e industrial, artículos de escritorio, anticonceptivos, pinturas y compuestos químicos, cigarrillos, aditivos alimentarios, armas, venenos, pesticidas, entre otras.

De este modo, la investigación se clasifica de acuerdo a sus propósitos industriales o científicos. Los animales son utilizados para certificar la seguridad del producto final que llega al mercado, es decir, que éste no será tóxico ni perjudicial para los seres humanos.

Pero esta seguridad para el consumidor oculta un horror inconmensurable tras las puertas de los laboratorios: animales viviseccionados, mutilados, heridos, cachorros separados de sus madres, inmovilizados y ciegos después de haber probado champús en sus ojos; ulceras en la piel, las orejas, sus entrañas, para probar la toxicidad de una serie de compuestos químicos diseñados para humanos.
Hoy nos adentramos en la escuela abandonada del terror, el lugar de experimentación animal que tras su incorporación a una universidad cercana, perdió su total independencia que poseia hasta ese momento.
Laboratorios custiodados a la merced del paso del tiempo, productos químicos en disolución, y animales, muchos animales, a los que un dia les tocó su turno

Si tenemos la oportunidad de conocer el horror y sufrimiento que se esconde detrás de cada producto que utilizamos a diario en nuestras casas y trabajos…¿qué podriamos hacer contra ello?
Existe toda una serie de listados en la red de aquellas empresas que realizan sus productos sin experimentar con seres vivos y el resultado de estos, es igual o superior a quienes llegan a cometer toda esta serie de atrocidades. Por poner un ejemplo, marcas conocidas como Avon, Victoria´s Secret, Nivea, Pilot, Tommy Hilfiger, Donna Karan o Chanel entre otras. Como observaran son marcas prestigiosas cuyo éxito es rotundo en el mercado.